La resiliencia empresarial no es una característica opcional adicional, sino un requisito vital para la supervivencia de las empresas.
La capacidad de reconocer y evaluar de manera confiable los cambios y sus impactos en el rendimiento, los costos y la competitividad de manera temprana, es decir, en tiempo real, constituye la base de una fuerte resiliencia.
Una condición necesaria para esto es un sistema de control de gestión empresarial que funcione como un sistema de alerta temprana y monitoreo, construido sobre factores de desempeño y competitividad estandarizados. Un sistema de alerta temprana y monitoreo efectivo solo puede alcanzarse a través de una comparación entre lo planificado y lo real.
De esta manera, las desviaciones críticas con su potencial exacto de cambio pueden identificarse y evaluarse de manera temprana y segura. Los parámetros objetivos derivados de esto permiten implementar medidas y estrategias indispensables de manera oportuna, orientada a objetivos y resultados.
La resiliencia empresarial, que implica tanto prevenir como gestionar de la mejor manera posible las crisis, solo es posible con un sistema de control de gestión sólido que integre estos factores de éxito. No solo proporciona seguridad y estabilidad, sino también éxito, futuro y una ventaja competitiva decisiva.